Primer jefe de Estado occidental en visitar Cuba justo después del acuerdo de normalización de relaciones entre Washington y La Habana, François
PUBLICIDADPrimer jefe de Estado occidental en visitar Cuba justo después del acuerdo de normalización de relaciones entre Washington y La Habana, François Hollande demostró pragmatismo y reactividad cuando viajó a la isla en mayo de 2015. Su objetivo, convertirse en socio político y económico privilegiado de Cuba.
En el plano económico, las empresas francesas ya operaban en Cuba, es el caso del grupo Pernod Ricard que produce allí el emblemático rón Havana Club en colaboración con los cubanos. Es el principal inversor francés. Francia forma parte de los 10 principales socios económicos de Cuba, pero es sólo el cuarto inversor extranjero por detrás de España, Canadá e Italia.
Aunque al alza, los turistas franceses, unos 117.000 al año, siguen muy por detrás de los canadienses, que representan más de un tercio de los 3 millones y medio de visitantes que viajaron a la isla en 2015, es decir, el 17% más que en 2014. Pero Cuba sólo dispone de 63.000 habitaciones de hotel. Las autoridades buscan llevar ese número a 85.000 en 2020.
Para ello hay que atraer inversiones extranjeras, los turistas europeos y canadienses han contribuido a mantener a flote la economía de la isla durante estos 25 últimos años. Ahora son los estadounidenses los que desembarcan en masa, pese a la prohibición legal de viajar a la isla como turista.
Otro sector que necesita inversiones es el de las telecomunicaciones, sobre todo internet. Los cubanos sólo tenían acceso por satélite, debido al embargo estadounidense, hasta la instalación del cable submarino de fibra óptica desde Venezuela en febrero de 2011.
Estados Unidos acaba de proponer a las autoridades cubanas tender un cable entre Miami y la Habana. Sólo 150.000 cubanos pudieron conectarse a diario en 2015 en la isla, que cuenta con 11 millones de habitantes.
El acercamiento a Estados Unidos y las reformas económicas emprendidas por los cubanos han apurado las visitas de los ministros de Industria y de Comercio de los países europeos,
acompañados por empresarios en los últimos tiempos. La zona económica de Mariel ofrece a las empresas extranjeras condiciones para repatriar los beneficios bajo un régimen fiscal muy favorable.