Las conversaciones de Ginebra en punto muerto en un momento en el que las fuerzas de al-Asad ganan una importante victoria

El ejército sirio ha conseguido cortar la ruta de aprovisionamiento de los rebeldes entre la frontera turca y la ciudad de Alepo, rompiendo, además, el cerco, de más de 3 años, de dos poblaciones chiíes fieles a Damasco, Nabul y Al Zahrá.
El colapso de las negociaciones sigue siendo una posibilidad
Esta ofensiva hizo que, ayer, la oposición cancelara una reunión en Ginebra al acusar a Rusia de poner en peligro las negociaciones con una campaña de bombardeos sin precedentes en torno a Alepo. El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, se defendía aduciendo que “la clave del alto el fuego es acabar con el tráfico de armas en la frontera turco-siria.”
Para el enviado especial de la ONU, Staffan De Mistura, el colapso de las negociaciones sigue siendo una posibilidad y ha pedido mayores esfuerzos a las partes.
El representante del gobierno sirio, Bashar al-Jaafari, se quejaba diciendo que “aún no conocen a los representantes de la oposición, el número de delegaciones y los nombres de las personas con las que se supone deberían discutir, ni sus agendas.”
Las conversaciones están en punto muerto, a las exigencias de Rusia se unen las condiciones sobre el aspecto humanitario del conflicto impuestas por las delegaciones de la oposición.