La matanza de Nigeria podría haber sido mucho peor. Dos mujeres kamikaze han acabado con la vida de más de sesenta personas en un campamento de
La matanza de Nigeria podría haber sido mucho peor. Dos mujeres kamikaze han acabado con la vida de más de sesenta personas en un campamento de desplazados situado en la ciudad de Dikwa, en el noreste del país. Y una tercera decidió echarse atrás cuando descubrió que su familia también estaba allí. La noticia se ha conocido hoy, aunque los hechos ocurrieron el martes.
Según han explicado fuentes policiales, las tres mujeres provenían de la ciudad cercana de Boboshe. La que no detonó su cinturón explosivo ha sido detenida y está colaborando con las fuerzas de seguridad, que habrían sido alertadas de futuros ataques.
Detrás de este nuevo episodio de terror se encontraría el grupo Boko Haram, aliado del Dáesh desde hace casi un año. En 2015, se calcula que sus miembros acabaron con la vida de más de 4.000 civiles.