Las aerolíneas del Golfo Pérsico se lanzan a una carrera para convertir sus aeropuertos en conexiones centrales entre Europa, África, Asia y Oceanía
Las aerolíneas del Golfo Pérsico se lanzan a una carrera para convertir sus aeropuertos en conexiones centrales entre Europa, África, Asia y Oceanía. Durante la pasada feria del turismo de Berlín, ITB, los responsables de Qatar Airways anunciaron la apertura de catorce nuevas líneas de aquí a finales de año en los cuatro continentes.
“Hemos anunciado catorce nuevos destinos”, confirmó a Euronews el director general de la aerolínea, Akbar Al Baker. “Entre estas destinaciones están Krabi en Tailandia y las islas Seychelles. También iremos a Windhoek, que es la capital de Namibia, y a Finlandia. Y nos expandiremos al Centro y Este de Europa y otros sitios del sudeste asiático”.
En concreto, desde Doha se abren cinco nuevas conexiones con Europa (Helsinki, Niza, Pisa, Sarajevo y Skopje), seis con África (Marrakesh, Windhoek, Doula, Libreville y las Seychelles) y tres con Asia-Pacífico (Krabi y Chiang Mai, en Tailandia, y Auckland, en Nueva Zelanda). Esta última será la más larga del mundo, más de diecisete horas, junto a la que recientemente ha puesto en marcha su gran competidora Emirates. Ambas, además, prevén vuelos aun más largos con Latinoamérica.