150 establecimientos se han unido a esta nueva protesta, la cuarta en dos meses, para obligar al Gobierno a que derogue la reforma educativa aprobada
PUBLICIDAD150 establecimientos se han unido a esta nueva protesta, la cuarta en dos meses, para obligar al Gobierno a que derogue la reforma educativa aprobada en 2010 que quitó autonomía a los centros e introdujo libros de texto que contienen numerosos errores.
Delante del insituto Teleki Blanka de Budapest, un estudiante se queja diciendo que en las negociaciones con el Gobierno nadie les representa.
“Estoy aquí por mis nietos, tengo siete y me gustaría que el sistema educativo les prepare para enfrentearse a la vida real”, comenta una mujer.
Los docentes se han organizado en varias plataformas, la más combativa, la Educación Pública Cívica critica el número excesivo de horas lectivas, el aumento de tareas no puramente docentes y la rigidez del programa escolar inabarcable para los alumnos.
El secretario de Estado para la Educación, László Palkovics, ha vuelto a tender la mano a la Plataforma por la Educación Civil Pública para que se una a la mesa de negociaciones ya que, por el momento, dice, solo una parte de los profesores lo ha hecho.
Los organizadores de la protesta de hoy aseguran que las negociaciones auspiciadas por el gobierno del nacionalista Viktor Orbán son solo una pantomima y amenazan con nuevas protestas.
“La Plataforma por la Educación Civil Pública ha dado dos semanas al Gobierno para responder a sus demandas, de otra manera, organizarán nuevas acciones de desobediencia civil”, explica la corresponsal de euronews en Budapest, Andrea Hajagos.