La tragedia de quienes huyen de forma clandestina de la miseria o de la guerra azota con toda su crudeza las costas del Mediterráneo.
La tragedia de quienes huyen de forma clandestina de la miseria o de la guerra azota con toda su crudeza las costas del Mediterráneo. Según
la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, alrededor de 880 personas han muerto en los distintos naufragios que se produjeron en sus aguas la semana pasada.
Este año está siendo particularmente mortífero
Portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR)
Desde principios de año, el número de fallecidos se eleva a dos 2510, un 35% más que en el mismo periodo de 2015.
En el origen de este notable incremento de víctimas mortales están las vías alternativas que han buscado inmigrantes y refugiados tras el cierre de la ruta de los Balcanes. A pesar de la presión constante sobre los traficantes, cada vez son más quienes intentan llegar a Italia desde el norte de África, una travesía considerada muy peligrosa.
Según los testimonios de algunos inmigrantes y refugiados, los traficantes están sobrecargando las embarcaciones más allá de sus límites para multiplicar los beneficios antes del inicio del ramadán.
