Tensión y dolor en el funeral de dos policías turcos que fallecieron en el atentado que sacudió el martes el corazón de Estambul.
Tensión y dolor en el funeral de dos policías turcos que fallecieron en el atentado que sacudió el martes el corazón de Estambul. El ataque, con coche bomba, dejó once muertos, siete de ellos agentes, y más de treinta heridos.
A la ceremonia religiosa han acudido, entre otros, el expresidente turco Abdulá Gul, el primer ministro, Binali Yildirim, y el principal líder de la oposición, Kemal Kılıçdaroğlu.
Este último ha sido abucheado por quienes no le perdonan que defendiera dialécticamente la inmunidad de los parlamentarios, fueran kurdos o no, que tienen cuentas pendientes con la Justicia. Y aunque finalmente votó a favor del desforamiento algunos simpatizantes del Gobierno no olvidan sus palabras.
Sea como fuere, 152 diputados (de una cámara con 550 escaños), muchos de ellos considerados prokurdos, se han levantado este miércoles sin inmunidad parlamentaria y podrían acabar en la cárcel.
Antes del funeral, el primer ministro ha visitado el lugar donde estalló el coche bomba al paso de un autobús policial, en pleno centro de Estambul.
