200 horas de audiencias, 300 páginas, mil anexos, ocho meses de trabajo y una cuarentena de propuestas: la comisión que se encarga de la investigación parlamentaria sobre los atentados de París ha pub
PUBLICIDAD200 horas de audiencias, 300 páginas, mil anexos, ocho meses de trabajo y una cuarentena de propuestas: la comisión que se encarga de la investigación parlamentaria sobre los atentados de París ha publicado sus conclusiones. Analizar lo sucedido, incluidos los errores, y mejorar lo que puede ser mejorado ha sido el principal objetivo de los diputados que han participado en su elaboración. El informe se centra en tres aspectos; el primero el trabajo de las fuerzas del orden. Ese fatídico 13 de noviembre en París, varios lugares se convirtieron en blanco casi simultáneo de los ataques. Todas las unidades de intervención estaban en la calle.
Sébastian Pietrasanta, ponente socialista:
“Permítanme que felicite la valentía, la abnegación y la profesionalidad de nuestras fuerzas de intervención (BRI, GIGN, RAID). Aunque se que hay rivalidades, esas fuerzas de intervención han salvado rehenes en cada una de sus intervenciones.”
No es la primera vez que la yuxtaposición de grupos de intervención genera problemas de rivalidad, por lo que el informe aboga por una “fusión de las tres fuerzas de élite”: el GIGN, el más antiguo, es el grupo de élite antiterrorista de la gendarmería, vertiente militar del Raid, que son policías. Ambos tienen una misión de intervención, mientras que la Bri es una unidad de policía judicial, de investigación e intervención.
Sébastian Pietrasanta:
“Los servicios de emergencias intervinieron entre 3 y 10 minutos en todos los lugares afectados el 13 de noviembre en condiciones no seguras. Proponemos constituir una columna de extracción de las víctimas en zona de exclusión compuesta por socorristas que intervendrían bajo la protección de las fuerzas de intervención.”
Otro punto clave del informe son los servicios de socorro. Aunque llegaron rápidamente, hubo fallos, como problemas de acceso a las zonas cerradas por las fuerzas de intervención. Por otra parte, la asistencia a los heridos, incluida la psicológica fue insuficiente, al igual que la de quienes consiguieron escapar.
Sébastian Pietrasanta:
“Recordemos que el ataque fue perpetrado esencialmente por francófonos belgas, lo que nos llevó a plantearnos el recorrido de los terroristas franceses que golpearon nuestro territorio. Todos estaban fichados y algunos, vigilados.”
El tercer punto, y tal vez, en el que el informe se muestra más contundente es sobre los servicios de inteligencia. Tanto los autores de los atentados del 13 de noviembre como los del 7 de enero habían sido fichados, controlados, o sometidos a escuchas.
Ante el fracaso de los servicios de inteligencia interior y exterior, el informe preconiza la creación de una única agencia nacional de inteligencia, directamente bajo la autoridad del primer ministro. Actualmente, están dispersos en seis entidades, bajo la autoridad del Ministerio del Interior, de Defensa o de Economía.
Los diputados consideran que también y sobre todo hay que reforzar la vigilancia en las cárceles, que son uno de los principales nidos de radicalización.