La presidenta de Brasil suspendida de sus funciones desde el pasado 12 de mayo, Dilma Rousseff, negó haber violado la Constitución al ser acusada de maquillar las cuentas…
La presidenta de Brasil suspendida de sus funciones desde el pasado 12 de mayo, Dilma Rousseff, negó haber violado la Constitución al ser acusada de maquillar las cuentas públicas. En una carta enviada al Senado, Roussef expresó ser “víctima” de la injusticia y de una farsa política.
Eduardo Cardozo, abogado de Dilma Rousseff:
“Me están probando porque decidí rechazar los sobornos. Este proceso de destitución político existe porque no me dejé chantajear. El riesgo más grande de Brasil en este momento es que el país seguirá siendo dirigido por un gobierno sin ningún voto. Un gobierno sin el respaldo de la gente no va a resolver la crisis.”
En la carta de 32 páginas, Roussef insiste igualmente que es “una persona inocente”, utilizando las palabras “fraude” y “golpe” para referirse al proceso. Se describe como “una mujer honesta, una funcionaria pública dedicada y una luchadora por las causas justas”.
