Donald Trump hace un guiño al Kremlin para dar un impulso a su carrera electoral.
Donald Trump hace un guiño al Kremlin para dar un impulso a su carrera electoral. El candidato republicano ha pedido a Rusia que piratee los mails que estaban en el servidor privado que HiIlary Clinton utilizó cuando era secretaria de Estado. Los correos nunca fueron entregados a las autoridades alegando que contenían información estrictamente personal, pero supusieron un pesado lastre para la candidata demócrata.
“Rusia, si está escuchando, espero que seáis capaces de encontrar los 30.000 mails que están desaparecidos. Creo que es probable que seáis bien recompensados por nuestra prensa”, ha dicho Trump.
Desde las filas demócratas han subrayado la torpeza de Trump al alentar a una potencia enemiga a llevar a cabo tareas de espionaje.
Su intervención se produce en un momento delicado, después de que la inteligencia estadounidense haya apuntado a Rusia como impulsora de la filtración de correos del Comité Nacional Demócrata. En ellos, el máximo órgano del partido, cuya obligación es mantener la neutralidad, buscaba la estrategia para evitar que Bernie Sanders consiguiera la nominación.
El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, ha echado por tierra cualquier teoría que vinculara a su país con la publicación de estos mails.
Pero lo cierto es que la filtración ha creado división en las filas demócratas. En la convención que ha designado a Clinton como aspirante a la presidencia, los seguidores de Bernie Sanders han mostrado su indignación y muchos se niegan a votar a la mujer llamada a acabar con las aspiraciones de Donald Trump.
