Más de 18.
PUBLICIDADMás de 18.000 animales de 712 especies, son los que cada año son tentado por los trabajadores y cuidadores del zoo de la capital británica para realiza una descomunal tarea: comprobar el estado de salud y bienestar de cada animal.
“Los animales más difíciles son culaquier especie sociable como los monos ardilla o los gatos de roca, porque cada uno de esos animales compiten por el mismo espacio, y es complicado tener un solo animal para pesarlo, lo normal es acabar con cinco de ellos sobre la balanza. Es todo un desafío, muy complejo. En cambio, las especies como los leones y los tigres son mucho más fáciles porque sólo puede medirse a uno de ellos cada vez”, explica Mark Habben, director del zoo de Londres.
Las medidas que se toman son registradas en el Sistema de Tratamiento e Información Zoológico, donde son compartidas con otros zoológicos del mundo, y usadas para comparar la información de miles de especies en peligro de extinción. “La información registrada en la central de datos que se conoce como ZIMS es compartida. Los otros zoológicos tienen acceso y añaden sus estadísticas, así podemos comparar el peso de los diferentes animales por especies, y también nos permite revisar su alimentación, si tenemos que hacer alguna variación nutricional en sus dietas. Es una herramienta muy valiosa y útil para nosotros que solemos consultar”, añade Habben.
Para triunfar en esta árdua tarea es necesario conocer y comprender el comportamiento de los animales, saber cómo convencerles para que se pongan encima del peso para pesarles o se estiren para medir su estatura. De esta forma se estudia si los estándares en los animales están cambiando y cómo les afecta vivir en un entorno determinado.
En el zoo de Londres la especie más pesada es la girafa que pesa de media unos 860 kilos, mientras que el más ligero son las hormigas cortadoras de hojas que ni siquiera entran en la escala de medición de la muestra.
Entre los que tienen mejor carácter para prestarse a la revisión de su salud aparecen los pinguinos, a los que siempre es fácil tentarles con un poco de comida. Su peso ideal son 3,3 kilos.
Los cuidadores del zoo aseguraron que la criatura más fácil de pesar fueron los buhos reales. No hay que fiarse de las apariencias, su volúmen no corresponde a su peso.
Con la revisón médica, los veterinarios y biólogos del zoológico se aseguran de que en una misma especie no hay un miembro que está comiendo más que los otros, o que su comportamiento es normal.