Como cualquier buen combate que se precie en Estados Unidos, Las Vegas fue este miércoles el escenario del tercer y último debate por la presidencia.
PUBLICIDADComo cualquier buen combate que se precie en Estados Unidos, Las Vegas fue este miércoles el escenario del tercer y último debate por la presidencia. Lo más destacado, el hecho de que Donald Trump dejara en suspenso si aceptará o no el resultado de las elecciones. A un lado del ring, la candidata demócrata, respaldada desde su esquina por unas encuestas favorables. Frente a ella, un candidato republicano que hubiera necesitado ganar por K.O. para invertir la tendencia.
A la pregunta -¿Aceptará el resultado de las elecciones?
Trum dijo: “Ahora no me centro en eso, ya lo veré en su momento. Pero lo que estoy viendo es algo tan malo…”, decía Trump sobre un posible amaño. “En primer lugar, los medios de comunicación son tan deshonestos y tan corruptos el New York Times escribió de hecho un artículo sobre ello que ni siquiera se preocupan de este asunto. Es muy deshonesto. Han envenenado las mentes de los votantes. Pero desafortunadamente para ellos los votantes están dándose cuenta de ello”.
La política internacional fue uno de los puntos sobre los que más reproches mutuos hubo. El presidente ruso, Vladímir Putin, se convirtió sin quererlo en el gran protagonista de la noche.
“Por todo lo que he visto, Putin no parece tener ningún respeto por esta persona”, decía Trump en referencia a Clinton, a lo que la demócrata respondía: “eso es porque preferiría tener a una marioneta como presidente de Estados Unidos. Usted está dispuesto a cumplir todos sus deseos, a romper la OTAN, a hacer lo que él le pida”.
Junto a la inmigración, la economía o el empleo, no faltaron de nuevo asuntos más personales como los escándalos de acoso sexual o el mal uso de los correos electrónicos.
“No debería permitírsele que se presentara como candidata. Es culpable de un crimen muy muy serio”, recordaba el republicano sobre el escándalo de los mails. “Y por eso digo que esto está manipulado, porque ella ni siquiera debería haber sido autorizada a postular para la presidencia, teniendo en cuenta lo que hizo con los correos electrónicos y muchas otras cosas”.
A pesar de tanto golpe bajo, también hubo tiempo para presentar propuestas. Trump garantizó crear una maquinaria económica con la que llegar a crecer un 5% anual y Clinton prometió centrar su política económica en las oportunidades a la clase media. Ya no habrá más combates. Estados Unidos dictará sentencia el 8 de noviembre.