En la “jungla” de Calais este martes por la mañana los nervios estaban a flor de piel.
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En la “jungla” de Calais este martes por la mañana los nervios estaban a flor de piel. Un cordón policial tuvo que contener a la multitud. Los inmigrantes se agolparon a las puertas del hangar por el que tienen que pasar antes de ser trasladados a distintos centros de acogida en Francia.
Las prisas podrían deberse al hecho de que va comenzar el desmantelamiento de la “jungla” o, al menos, de algunas de las tiendas que han configurado el mayor campamento de inmigrantes de Francia. Las excavadoras no entrarán en juego hasta más tarde.
“Estoy todavía aquí, en Francia, porque lo que quiero es pedir asilo, no ir al Reino Unido. Hay muchas razones por las que tuve que dejar mi país. Debido a los talibanes. Tuve un problema y me fui. Mi situación es complicada, pero sobreviviré”, explica Hassan, un joven paquistaní.
Las puertas del hangar se abrieron para permitir que las mujeres entraran de forma prioritaria. A los menores se les está atendiendo en otro lugar. El lunes, primer día de evacuación de la “jungla”, fueron desalojados unos 2300 inmigrantes, entre ellos, 400 menores.