Pueblos enteros se han desmoronado literalmente tras el terremoto del domingo, el tercero que estremece la misma zona del centro de Italia desde el devastador del 24…
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Pueblos enteros se han desmoronado literalmente tras el terremoto del domingo, el tercero que estremece la misma zona del centro de Italia desde el devastador del 24 agosto. El seísmo ha convertido, por ejemplo, la turística y entrañable Castelluccio di Norcia en una localidad fantasma. Se calcula que más de 15.000 personas se han quedado en la calle, en una zona de montaña donde el frío ya se empieza a sentir con fuerza.
“La gente está consternada, afligida, psicológicamente destruida, porque lo ha perdido todo. No saben cuándo van a volver a casa, si todavía tienen un hogar, si todavía tienen un futuro. Nuestro problema es que todos teníamos un negocio o un puesto de trabajo y ahora lo hemos perdido todo. No nos queda nada y vivimos en un estado de angustia profunda que nos está consumiendo”, explica Francesco Battilocchi, concejal de Norcia.
Este terremoto ha sido el más fuerte registrado en el centro de Italia desde 1980. Si no ha habido muertos es porque la mayoría de los habitantes habían dejado sus casas cuatro días antes, cuando se sintieron fuertes sacudidas.
“Un terremoto de magnitud 6,5 como este va a estar seguido, por desgracia, por una secuencia muy larga de réplicas, algunas de gran magnitud. No podemos decir si alguna de estas réplicas será comparable a la principal, pero sí sabemos con seguridad que esta situación va a durar varias semanas”, augura el sismólogo Andrea Tertulliani, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología.
La violencia del seísmo ha provocado una fractura de un centenar de metros en el monte del Redentore, cerca de Castellucio di Norcia. En algunos puntos, la tierra se ha hundido 25 centímetros.