China continúa su lucha contra la contaminación.
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China continúa su lucha contra la contaminación. Su capital, Pekín, creará una policía ambiental para controlar el cumplimiento de las medidas antipolución. Una decisión que tiene lugar poco antes de que concluyera otro episodio de contaminación que ha dejado a la urbe en alerta naranja durante más de una semana, además de otros puntos del centro y noreste del país.
Asimismo las autoridades municipales han anunciado que financiarán la instalación de aparatos purificadores de aire en algunas escuelas y guarderías.
El alcalde adjunto de la urbe, Cai Qi, explicaba que los planes de Pekín pasan por reducir el consumo de carbón en un 30 por ciento interanual, dejándolo de usar, como mínimo, en cuatro distritos.
Además la ciudad pretende eliminar unos 300.000 vehículos antiguos y reducir las emisiones del sector energético.
El próximo mes comenzarán a comercializarse en Pekín gasolina y diésel reformulados para que sus emisiones sean más limpias.