Irlanda del Norte celebra las elecciones regionales más importantes desde los acuerdos de paz de Viernes Santo en 1998.
PUBLICIDADIrlanda del Norte celebra las elecciones regionales más importantes desde los acuerdos de paz de Viernes Santo en 1998. La provincia británica de 1,8 millones de habitantes que votaron mayoritariamente en contra del Brexit el pasado junio, vuelve a las urnas en comicios anticipados tras la caída del gobierno autónomo, compartido entre los unionistas del DUP y los republicanos del Sinn Fein. La unionista Arlene Foster y el republicano Martin McGuinness formaron gobierno en mayo de 2015, pero a principios de 2017 McGuinness dimitió tras la negativa de Foster, la ministra principal, a dimitir tras un escándalo de corrupción.
El Sinn Fein se negó entonces a nombrar a un sustituto de McGuinness en el cargo de viceministro principal, por lo que Londres suspendió la autonomía y retomó los poderes.
El acuerdo de paz obliga a la formación de gobiernos de coalición entre los partidos unionistas y nacionalistas más votados. Según los sondeos, volverán a ser el DUP y el Sinn Fein, pero este último vetó temporalmente a Foster e impuso otra condición: el reconocimiento de la lengua gaélica, a lo que Foster se opone.
Arlene Foster, ministra principal saliente de Irlanda del Norte: “El Sinn Fein parece estar diciendo que si no consigue lo que quiere está dispuestos a vivir bajo mandato directo. Deberían ser honestos con sus seguidores sobre lo que eso representa; porque significa que un administrador de Londres vendrá y decidirá el futuro del servicio de salud en Irlanda del Norte, y el desarrollo económico.”
Aunque el DUP apoyó el brexit, ninguna de las partes quiere el restablecimiento de una frontera estricta en la isla si el Reino Unido sale de la UE. Pero para el Sinn Fein, el brexit es una oportunidad de impulsar su objetivo histórico: la reunificación.
Gerry Adams, líder del Sinn Fein: “Lo que no vamos a hacer es apoyar un trato que sólo funciona para un porcentaje muy pequeño de la población. ¿Mandato británico? Somos irlandeses unidos, queremos el final del dominio británico, queremos ver el final de la división.”
a la partición
En virtud de los acuerdos de Stormont el ministro británico para Irlanda del Norte tiene poderes para convocar un referéndum sobre la reunificación de la isla si hay evidencias que confirman un cambio en la opinión pública sobre su estatuto constitucional.