Malasia cerca la embajada norcoreana, mientras Pyongyang retiene a once malasios

El supuesto asesinato de Kim Jong-nam ha enturbiado las relaciones entre Kuala Lumpur y Pyongyang. La crisis diplomática se profundiza. Las fuerzas del orden malasias mantienen cercada la embajada norcoreana, donde se cree buscaron refugio tres sospechosos del crimen. Es la respuesta a Pyongyang, que impide a once malasios abandonar su territorio, tras la expulsión del embajador norcoreano de Kuala Lumpur. Se trata de tres empleados de la embajada malasia, seis familiares y dos trabajadores de la ONU.
“Hemos cursado una notificación oficial a la embajada y habrá que esperar. Si hace falta, esperaremos cinco años. Y sin duda, alguien saldrá”, ha dicho, respecto a los sospechosos, Khalid Abu Bakar, Inspector General de Policía.
De momento, hay dos personas inculpadas por el presunto asesinato del hermano del líder norcoreano, una mujer indonesia y otra vietnamita. Kim Jong-nam murió poco después de que le frotaran la cara con el agente nervioso VX, considerado un arma de destrucción masiva por la ONU.