“Estar en la OTAN es bueno para Turquía, como lo es que esté Turquía para Europa y la Alianza”.
“Estar en la OTAN es bueno para Turquía, como lo es que esté Turquía para Europa y la Alianza”. Son palabras el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, a propósito de la crisis desatada por el rechazo holandés a que ministros turcos den mítines políticos en su territorio. “El debate solido está en el corazón de nuestras democracias, y también el respeto mutuo”, destacó Stoltenberg para quien “los aliados deben mostrar “respeto mutuo” y “rebajar la tensión” para centrarse en “retos comunes” que llegan de fuera de la Alianza.
Por su parte la canciller alemana, Angela Merkel, ha expresado su “total apoyo y solidaridad” al primer ministro holandés, Mark Rutte, después de las acusaciones del Gobierno turco, que, como hizo con Berlín, ha tachado de “nazi” al Ejecutivo de La Haya por prohibir los mítines de sus políticos. Un país “amigo”, afirmaba Merkel, para quien las acusaciones turcas “minimizan el sufrimiento, precisamente en Holanda, que tanto sufrió bajo el nacionalsocialismo (…). Es totalmente inaceptable”, concluía la canciller.
Sobre el conflicto diplomático entre Holanda y Turquía la Comisión ha querido dejar claro que corresponde a los Estados miembros tomar decisiones sobre la celebración de reuniones y mítines en sus territorios, además de expresar su preocupación porque proceso de cambio constitucional turco tenga lugar bajo el estado de excepción, impuesto desde el intento de golpe de Estado de julio de 2016.