Decenas de miles de brasileños han salido a las calles de las principales ciudades del país para protestar contra las medidas de austeridad del Gobierno de Michel Temer y para pedir su dimisión, calen
Decenas de miles de brasileños han salido a las calles de las principales ciudades del país para protestar contra las medidas de austeridad del Gobierno de Michel Temer y para pedir su dimisión, calentando motores para la huelga general convocada para el próximo 28 de abril.
Las principales quejas son contra el ajuste fiscal, el proyecto de ley que permite a las compañías tercerizar su mano de obra y, sobre todo, contra la reforma de las pensiones.
“Nuestro objetivo hoy es bloquear todas esas reformas, la subcontratación que fue aprobada recientemente por el Congreso, así como la propuesta de reforma de las pensiones que potencialmente convertirá a los trabajadores brasileños en esclavos”, señalaba Gabriel Monate, un manifestante.
Temer llegó al poder el año pasado, tras la destitución de Dilma Rousseff. Desde entonces ha lanzado una serie de impopulares medidas de austeridad para intentar relanzar la economía de Brasil. Según un reciente sondeo, sólo un 10% de los brasileños tiene una opinión positiva de la gestión de su Gobierno. Un 55% la considera “mala o lamentable”.