No era una bomba de precisión, ya que se guía solo durante su caída.
PUBLICIDADNo era una bomba de precisión, ya que se guía solo durante su caída. Era la bomba más potente no nuclear en poder de EEUU y hoy se ha sabido que mató a más de noventa personas, presumiblemente yihadistas del autodenominado Estado Islámico, que se escondían en el complejo de túneles y búnker objetivo del proyectil lanzado el jueves por Washington en la provincia afgana de Nangahar. Esa es al menos la cifra facilitada por las autoridades locales. Por su parte el jefe del contingente estadounidense en Afganistán informaba ayer que oficialmente se habían contabilizado 36 muertos en el ataque subrayando que no se produjeron bajas civiles. El Ministerio de Defensa afgano ha anunciado una rueda de prensa para mañana en la que ofrecerán novedades sobre el resultado de la operación, incluido el número definitivo de víctimas.