PUBLICIDADIntensos combates y miles de desplazados en el sur de Filipinas. El conflicto armado que mantienen fuerzas gubernamentales y rebeldes del Grupo Maute, afín al autodenominado Estado Islámico (EI), ha provocado nuevos desplazamientos de la población civil en varias localidades de la provincia de Lanao del Sur. La mayoría de los cerca de 200.000 habitantes de Marawi, centro neurálgico de los enfrentameintos, ha abandonado sus hogares y ha buscado refugio en poblaciones cercanas como es el caso de Iligan.
La violencia estalló el pasado martes por la noche cuando el gobierno lanzó una incursión para capturar a Isnilon Hapilon, quien figura en la lista de terroristas más buscados elaborada por el gobierno estadounidense. La operación no salió bien y militantes del Grupo Maute irrumpieron en la ciudad sembrando el caos y enfrentándose a las tropas gubernamentales.
El ejército teme ahora que el conflicto se extienda a otros lugares debido a la posible huida de rebeldes, que se habría introducido entre los desplazados para pasar desapercibicidos y, así, poder escapar de las fuerzas leales al presidente filipino Rodrigo Duterte.
La estructuradelEstadoIslámicoen Filipinasno ha dejadode crecer.
Disponende centrosde entrenamiento.
Ahorase lanzana la ofensivapic.twitter.com/VvwY0LT0NG
— Juan de la Torre (@GrupoMaimonides) 23 de mayo de 2017
#Filipinas Dutertepidea separatistasy maoístasque se unana la ofensivacontra el Estadoislámicohttps://t.co/GJNe4l7Zyp
— EP Internacional(@EPinternacional) 28 de mayo de 2017