El cuarteto árabe estudia nuevas medidas políticas, económicas y legales contra Catar, un mes después de haber roto las relaciones y aislado a su vecino del Golfo Pérsico por tierra, mar y aire.
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto acusan a Doha de estar haciendo fracasar todos los intentos de solucionar la crisis, una crisis cuyo enquistamiento inquieta a Estados Unidos, como ha hecho saber el Departamento de Estado:
- “Seguimos muy preocupados por la crisis entre Catar y los países del Consejo de Cooperación del Golfo. Nos preocupa que la situación esté en punto muerto. Creemos que esto podría durar semanas o meses e incluso intensificarse”, decía un portavoz.
El bloqueo impuesto por los cuatro países árabes no ha tenido apenas impacto en la economía de Catar, el mayor exportador del mundo de gas natural. El pequeño emirato se ha limitado a sustituir los productos de Arabia Saudí, de los Emiratos Árabes o de Egipto, por otros importados de Turquía, Irán o China. Y el aumento de algunos precios tampoco parece inquietar a su población, que goza de una de las rentas per cápita más altas del planeta.
