PUBLICIDADHamburgo amaneció el sábado con la resaca y los restos de una segunda noche de violentas protestas callejeras. Han superado cualquier previsión. Algunas barriadas de Hamburgo vivieron según los vecinos una especie de “ciudad sin ley” durante unas cuatro horas en las que ardieron decenas de vehículos particulares y de comercios sin relación alguna con la cumbre del G20
Según fuentes oficiales dos centenares de policías resultaron heridos leves. Los enfrentamnientos nocturnos de los manifestantes antiglobalización y la polícía desbordaron el dispositivo de contención del ministerio del Interior.
Las reuniones del G20 han quedado eclipsadas por las manifestaciones que en la noche del viernes acabaron con daños de bienes privados y mobiliario urbano aún no evaluado.
Hay cerca de un centenar de detenidos.
Efectivos policiales utilizaron gas lacrimógeno. Los efectivos antidisturbios venidos de distintos puntos de Alemania intentaban tomar posisciones en los puntos de mayor confrontación que por lo demás cambiaban de barriada a barriada con mucha rapidez.
En varios momentos la policia pidió que las personas que no se manifestaran despejaran las calles del barrio de San Pauli en el centro de Hamburgo.
Para el resto del sábado hay programadas neuvas protestas por la presencia del los líderes del G20.