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El enemigo se esconde en la arena, por muy paradisíaca que sea la playa.
Expertos griegos afirman que la contaminación de las colillas representa una grave amenaza para el medio ambiente, sobre todo durante el verano y en las zonas costeras turísticas. Los restos de los cigarrillos terminan en el mar, contaminando el agua y a peces y aves marinas.
“Las colillas que se tiran al suelo son malas para la salud de los niños, para las playas y para el mar”, recuerda esta turista griega.
La Sociedad Griega contra el Cáncer ha hecho un llamamiento a los fumadores para que pongan en pausa el hábito mientras están en la playa. Y si no se pueden aguantar, entonces piden que, al menos, nunca tiren las colillas a la arena, ya que las microfibras del filtro y los ingredientes tóxicos del tabaco son altamente contaminantes.
Ya saben, el buen gesto de este verano. Y no solo en Grecia.