PUBLICIDADEl misil norcoreano ha violado el espacio aéreo japonés por segunda vez en un mes. Se trata del décimo misil lanzado desde mayo pasado.
El primer ministro japonés Shinzo Abe ha recibido al general jefe del estado mayor de Estados Unidos Mark Milley. Mientras en Ginebra el embajador estadounidense recalca que la paciencia se les está acabando.
Para el analista Glyn Ford, fundador del laboratorio de ideas Polint en Bruselas y eurodiputado laborista durante veinticinco años el punto de vista de Corea del Norte es constante: “Apenas un mes antes de que Kim Jong-un tomara el poder, vimos por televisión el brutal asesinato del coronel Gaddafi. Están marcados por la experiencia de Irak, Libia, Siria donde, si se quiere, los regímenes impopulares son desde su perspectiva derrocados. Kim Jong-Un busca la supervivencia y la estabilidad del régimen”. Corea del Norte está perdiendo la carrera de armamentos convencionales por un buen trecho. La única solución a esto es ir a por armas de destrucción masiva, que es lo que está haciendo”.
Todas las miradas van hacia China, vecino y aliado. Pekín rechaza ser la solución de la crisis norcoreana. La portavoz del ministro de Asuntos Exteriores Hua Chunying advirtió: “La clave para resolver el problema de la península coreana no es China. El que puede resolver el problema es el que debe hacerlo. Las diferentes partes directamente involucradas tienen que asumir su responsabilidad y cumplir con su deber. Cualquier intento de echar balones fuera es una irresponsabilidad y no sirve para resolver el problema “.
El lunes pasado el Consejo de Seguridad de la ONU impuso nuevas sanciones a la dictadura norcoreana en respuesta al ensayo nuclear del 3 de septiembre.
El programa nuclear del régimen de Kim Jong-un será centro de atención la semana que viene en la Asamblea General de las Naciones Unidas.