PUBLICIDAD
En el XIX Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) que empieza el miércoles es casi tan importante la economía como la política. En el ultimo, celebrado hace cinco años, las autoridades mostraron su voluntad de reducir el crecimiento para favorecer una mayor sostenibilidad. De hecho, desde el año 2012 y según fuentes oficiales del país, ha habido un descenso del crecimiento que, si se cumplen las previsiones, será de 1,2 puntos.
El proceso ha sido alabado por instituciones como el Fondo Monetario Internacional. Para David Lipton, subdirector gerente de la institución “ha sido una transición y una tarea que sería difícil para cualquier Gobierno, incluso para una economía más pequeña y menos compleja. Creo que el Gobierno y la gente de China han entrado en este periodo de transición, de modernización, y se están consiguiendo buenos resultados.”
La reforma ha ido de la mano con otra referente a las empresas públicas para lograr financiación adicional. El control de estas por parte del Estado se ha reforzado, no obstante, en los últimos años, como subraya Ma Zhengwu, delegado del PCCh: “Esperamos profundizar en este reforma, marcar los objetivos, el desarrollo y alcanzar nuevos logros en la reforma de las empresas estatales.”
Los analistas aseguran que la economía sigue muy dependiente de deuda para que el crecimiento despegue, con los préstamos bancarios alcanzando cifras récord este año y con el Gobierno incrementando el gasto para lograr estímulos.