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La economía española se desacelera una décima hasta el 0,8 % en el tercer trimestre. Se trata de una ralentización del crecimiento económico, tras cuatro trimestres consecutivos de ascenso.
La variación de la tasa de crecimiento anual del PIB entre julio y septiembre fue del 3,1%, igual a la contabilizada en los tres meses anteriores, de forma que acumula 15 trimestres consecutivos subiendo.
La inflación mantiene un crecimiento estable, impulsada por la subida de los precios de la energía y de los alimentos procesados. La actividad se muestra sostenida por el mantenimiento del turismo y el aumento de las exportaciones.
El consumo se ha ido incrementando entre julio y septiembre a pesar de una mayor inflación que siempre perjudica el consumo, se sostiene por la creación de empleo.