PUBLICIDADLa pequeña se encontraba con sus padres en la estación de Ginebra, en Suiza, cuando en un descuido de estos mirando las pantallas de los andenes la niña se alejó y se metió en un tren que iba al aeropuerto. Allí logró pasar todos los controles de seguridad y se metió en un avión con destino Francia. Una azafata se dio cuenta de que iba sola y llamó a la policía.
“La niña se coló por este mostrador y, como es pequeña, consiguió pasar agachada por debajo de la barrera y después pasar por la puerta, por detrás del personal del aeropuerto. Todo esto sin ser vista”, contaba el portavoz del aeropuerto de Ginebra, Bertrand Staempfli.
Lo ocurrido muestra que la seguridad es estricta para los adultos, pero no funciona igual con los niños:
“No ha supuesto una amenaza para la seguridad de este aeropuerto pero es algo que debemos corregir, porque no queremos que algo así vuelva a pasar”, decía el director del aeropuerto, André Schneider.
Al parecer unas azafatas la habían descubierto cuando intentaba entrar en otro vuelo, pero cuando se acercaron la niña se escabulló y se metió en otro avión rumbo a Córcega.