Con un abrazo y un beso. Así reciben los refugiados del campo griego de Oinofyta a la directora de la ONG estadounidense “Do your part”. El campo debe cerrar sus puertas y la organización, abandonar el lugar.
Lisa Campbell tiene 53 años y llegó a Oinofyta hace un año y medio.
“Aquí aprendí a querer a esta gente, a estas personas a las que he servido. Durante este tiempo también pude confirmar algo que ya sabía: que todos somos iguales, todos somos seres humanos y estas personas necesitan a alguien que los defienda, a alguien que le diga a las organizaciones que esto no está bien, que esto no es posible”, explica Campbell.
Su marido, sus cuatro hijos y sus seis nietos viven en Estados Unidos. Pero Lisa Campbell ha decidido quedarse en Grecia y abrir un centro para refugiados con el objetivo de seguir luchando por sus derechos.
“Hay que acabar con tanta burocracia, hay que tratar a esta gente como seres humanos. No son solo números, son seres humanos. Ya sé que son muchos, pero cada uno es importante. Hay que acercarse a ellos, conocerlos, no tener miedo. Creo que este mensaje es válido para toda Europa”, afirma.
“Es hora de decirse adiós. Durante los últimos 18 meses, voluntarios, empleados de las ONG y refugiados se han hecho amigos. A partir de ahora intentarán seguir en contacto”, explica Apostolos Staikos, enviado especial de Euronews.