Grecia, antaño paria de la eurozona, recupera protagonismo de la mano de un político clave en la transformación digital del país.
La elección de Kyriakos Pierrakakis para presidir el Eurogrupo no sorprendió a quienes siguen de cerca la política griega. Desde que asumió la cartera de Gobernanza Digital en 2019, dejó claro que su apuesta era la eficacia. En 2023 culminó la transformación digital del país y, ahora, da el salto a un nuevo escenario europeo.
Con su nombramiento, se convierte en el primer griego al frente del Eurogrupo, un hecho especialmente simbólico para un país que durante años estuvo en el epicentro de la crisis de la eurozona. Para Grecia, el resultado es más que una buena noticia: confirma un retorno al protagonismo europeo.
A sus 42 años, Pierrakakis afronta este cargo con la precisión de un tecnócrata y la determinación de un reformista. Su trayectoria, antes de llegar al Ministerio de Finanzas, combinó tecnología, administración pública y un perfil claramente orientado a la modernización.
El ministro reformista
Como ministro de Gobernanza Digital (2019-2023), impulsó la creación de gov.gr, la plataforma única que integró cientos de servicios públicos que hasta entonces representaban el "monstruo" burocrático para los ciudadanos.
Lo que comenzó con unos 500 servicios, se expandió a más de 2.200 en 11 categorías clave (Agricultura, Justicia, Sanidad, Familia o Trabajo, entre otras) y facilitó el acceso a documentos oficiales de forma sencilla y rápida.
Durante la pandemia, su equipo convirtió la crisis sanitaria en un acelerador de reformas. Introdujo la prescripción digital, que descongestionó farmacias y protegió a los grupos más vulnerables, y desarrolló la plataforma de citas de vacunación contra la Covid, reconocida como una de las más eficaces de Europa. En ese periodo, gov.gr dejó de ser un proyecto para convertirse en una infraestructura crítica del Estado.
Como ministro de Educación, impulsó la creación y regulación de universidades no estatales, una reforma muy debatida que finalmente se convirtió en ley en marzo de 2024. También promovió la modernización digital de infraestructuras educativas y lanzó campañas contra el acoso escolar.
Su llegada al Ministerio de Finanzas en 2025 coincidió con un punto de inflexión para Grecia, que buscaba reconstruir su credibilidad internacional tras años de austeridad. Pierrakakis llegó con una premisa: la disciplina fiscal puede coexistir con la ambición reformista.
Bajo su liderazgo, el Ministerio ha fomentado inversiones selectivas, modernizado los mecanismos fiscales y recaudatorios y consolidado un marco presupuestario estable y prudente.
Carrera personal y política
Formado en Informática en la Universidad de Economía y Empresa de Atenas, realizó dos másteres en Estados Unidos: en Políticas Públicas (Harvard) y en Tecnología y Política (MIT). De vuelta en Grecia, fue presidente del Instituto de la Juventud, asesor ministerial y responsable de estudios e investigación en distintos organismos, siempre centrado en políticas públicas, innovación y estrategia económica.
Su actividad política comenzó en el PASOK, donde ingresó a los 16 años. En 2012 fue elegido miembro del Consejo Político y del Comité Central y en 2014 se presentó como candidato al Parlamento Europeo. Entre 2012 y 2015 integró el equipo negociador griego con la Comisión Europea, el BCE y el FMI, por encargo directo de Evangelos Venizelos.
Tras la llegada de Kyriakos Mitsotakis a la presidencia de Nueva Democracia, Pierrakakis se encargó de diseñar el plan de transformación digital que definiría la campaña electoral de 2019 y su imagen pública.
Los retos de Kyriakos Pierrakakis
Como presidente del Eurogrupo, deberá coordinar las políticas fiscales de 20 países, gestionar el difícil equilibrio entre flexibilidad y estabilidad y liderar la respuesta europea ante la inflación, las tensiones geopolíticas y los desafíos demográficos. Se trata de un cargo que exige solvencia técnica y resistencia diplomática, dos cualidades que han marcado toda su carrera.
Para Grecia, su elección tiene un valor especial. Un país que fue símbolo de la crisis de deuda asume ahora la dirección del organismo que define la estrategia fiscal europea. Un gesto que simboliza no solo la restauración de la confianza, sino también la capacidad griega para contribuir activamente al futuro de Europa.