Alemania fue el primer país europeo en aceptar que los padres no tuvieran que elegir el género de sus hijos si no era claro.
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El Tribunal Constitucional alemán instó hoy a la administración a permitir en el registro de nacimiento la inscripción de personas con un tercer sexo (ya sea como “intersexual” o “diverso”) además de “femenino” y “masculino”.
La sentencia argumenta, basándose en el derecho constitucional a la protección de la personalidad, que las personas que no son ni hombres ni mujeres tienen derecho a inscribir su identidad de género de forma “positiva” en el registro de nacimiento.
La persona que llevó su queja al Tribunal Constitucional había presentado una solicitud a la oficina del registro competente para que se corrigiera su inscripción del nacimiento original, eliminando la anterior clasificación de género como “mujer” y sustituyéndola por “inter/diverso”, o sólo con “diverso”.
El fallo supone un paso más allá en la adquisición de derechos de las personas intersexuales en Alemania, que en 2013 lograron por una reforma legal que se permitiese a los padres de recién nacidos que no tuviesen que registrar obligatoriamente a sus hijos como mujeres o varones en el registro civil si no se podía determinar con claridad su género.
Alemania es el único país europeo en reconocer un tercer género. Los países asiáticos están a la vanguardia en este sentido. El primer país en incluir un tercer género en los formularios del registro civil fue Nepal en 2007. Después le siguieron India, Pakistán y Bangladés. Australia y Nueva Zelanda también han aceptado una categoría alternativa al “masculino” o “femenino”.