Rusia ha perdido contacto con su nuevo satélite metereológico Meteor M-2 tras su lanzamiento desde el nuevo cosmódromo de Vostochni
Rusia no ha podido establecer contacto con su satélite metereológico Meteor M-2, tras su lanzamiento este martes a bordo de un cohete Soyuz desde el nuevo cosmódromo de Vostochni, situado en el Extremo Oriente.
La agencia espacial rusa Roscosmos ha confirmado que el propulsor no ha alcanzado la órbita prevista y que el satélite ha quedado en la órbita intermedia.
Además del satélite metereológico, el Soyuz transportaba hasta dieciocho equipos secundarios de empresas e instituciones de Estados Unidos, Canadá, Japón, Noruega, Suecia y Alemania.
Se investiga qué ha podido ocurrir. Un experto ruso del sector espacial, Vadim Lukachevich, citado por la agencia France Presse, habla de un "posible error de orientación" de los propulsores, o de "un fallo técnico".
Este contratiempo supone un duro revés para la industria espacial rusa, y muy especialmente para su flamante cosmódromo de Vostochni, símbolo de las aspiraciones renovadas del Kremlin.