Donald Trump establece como uno de los objetivos del Gobierno estadounidense establecer una base en la Luna antes de realizar un viaje tripulado a Marte.
Casi medio siglo después de que Neil Amstromg dijera aquello de "es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad", Donald Trump quiere regresar a la Luna.
El presidente estadounidense ha instado a la NASA a "soñar a lo grande" y a establecer "una base" en el satélite terrestre, como paso previo antes de enviar una misión tripulada a Marte. Así se indica en la Directiva de Política Espacial firmada por el mandatario durante un acto en la Casa Blanca.
Trump no es el primero que sueña con la Luna. Sus prececesores, George W. Bush y Barack Obama, tuvieron la misma aspiración, pero en ambos casos quedó frustrada por problemas de financiación.
"Esta vez no solo vamos a poner nuestra bandera o dejar nuestra huella, vamos a establecer una base para una eventual misión a Marte y quizá, algún día, a muchos mundos más allá", aseguró Trump durante el acto.
Solo 12 personas han pisado la Luna. La cuestión ahora es si el Congreso aportará los fondos necesarios para que otros astronautas dejen su impronta.
En cuanto al viaje tripulado a Marte, además de suponer una enorme proeza tecnológica, tendría un presupuesto desorbitado.
