PUBLICIDADUn equipo de voluntarios carga cajas en una furgoneta cuyo destino es el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos. Aris Vlahopoulos dirige la ONG Attica Human Support. En su maletero lleva de todo excepto comida. Aris creó su organización en 2015.
"Estaba en la playa leyendo un libro. De repente llegó un barco lleno de refugiados. En ese momento tenía tres opciones: levantarme y desaparecer, sacar algunas fotos o ayudarlos. Elegí ayudarlos y mi vida cambió para siempre", afirma Aris.
Todos los refugiados de Moria pueden contactar con esta ONG gracias a un número de teléfono y pedir lo que necesiten.
Aziz Αbdelwakiz llegó a Grecia desde Marruecos. Hoy colabora con la organización como voluntario.
"Una mujer embarazada, por ejemplo, nos pidió una manta. Era algo muy importante para ella, lo necesitaba. Vive en una tienda y ahora hace mucho frío. Necesitaba una manta y una chaqueta", explica Aziz.
Aquellos que acaban de llegar al campo rodean la furgoneta en busca de información.
Aris les enseña cómo acceder a los servicios de su ONG.
"Lavar aquí la ropa es difícil. Esta gente tiene que hacer frente al frío y a unas condiciones de vida muy complicadas. Necesitan ayuda. Además no dejan de llegar refugiados al campo así que también repartimos tiendas", asegura Aris.
"Todos los días a las tres de la tarde. Esta es la cita que decenas de refugiados tienen con Aris Vlahopoulos y su equipo. Muchos aquí lo llaman "Santa Claus" pero Aris no trae en realidad regalos sino bienes absolutamente necesarios para su supervivencia", explica Apostolos Staikos, de Euronews.