Las fuertes medidas de seguridad se unen a los fuegos artificiales y las proyecciones en las principales capitales del Viejo Continente
PUBLICIDADEuropa olvida por un momento sus asuntos pendientes y muestra su cara más optimista para recibir este 2018. Miles de personas se citaron en los Campos Elíseos parisinos para disfrutar de los fuegos artificiales y las proyecciones sobre el Arco del Triunfo bajo fuertes medidas de seguridad ante posibles ataques.
Como en otras ocasiones especiales, el Big Ben londinense rompió el silencio que guarda desde el pasado mes de agosto y que durara cuatro años por obras de restauración. También las autoridades británicas han querido blindar la ciudad que ha sufrido varios atentados en 2017.
En Alemania, fue la Puerta de Brandenburgo el lugar principal de la cita, aunque en el resto de calles de Berlín había puestos de comida y música para satisfacer a los asistentes a una de las Nocheviejas más celebradas en el Viejo Continente.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, decidió este año reducir de 25.000 a 20.000 el aforo a la popular Puerta del Sol, algo que no disminuyó la vitalidad que se divisaba alrededor del reloj de la Real Casa de Correos.
El Kremlin se cubrió de color en los primeros momentos de un 2018 que será especialmente trascendental para el país, ya que en las elecciones de marzo se comprobará si Putin vuelve a ser el elegido para dirigir con mano de hierro el país.