Las ausencias y los problemas de última hora han ensombrecido el inicio del Congreso del Diálogo Nacional Sirio en Sochi. La cita pretende poner fin a 7 años de guerra en los que han muerto más de 340.000 personas.
PUBLICIDADDifícil inicio del Congreso del Diálogo Nacional Sirio en la ciudad rusa de Sochi, una cita impulsada por Moscú que está marcada por la ausencia de la principal coalición política de la oposición al régimen de Bachar al Asad. El enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, no ha hecho acto de presencia, y un grupo opositor se negó a abandonar el aeropuerto cuando vio la bandera siria en el logotipo del evento.
Entre quienes sí asistieron se encuentra Suphi Khouri, miembro de la comunidad cristiana del sur de Siria: "Estamos cansados, pero ya estamos aquí. Hemos venido a decirles a todos que solo habrá una Siria, una bandera, un territorio, no permitiremos que nadie se lleve ni siquiera 10 centímetros de nuestra tierra". Moscú ha conseguido que en la cita, que persigue poner fin a un conflicto que en siete años ha dejado más de trescientos cuarenta mil muertos, no se hable del futuro del presidente sirio, Bachar al Asad. El objetivo primero es crear un comité que redacte una nueva constitución con el respaldo de la ONU.
"El Congreso ha comenzado con mucho retraso y ha habido ajustes hasta el último minuto, una muestra de que el diálogo, sin observadores y a puerta cerrada, será muy duro. Sin embargo, ha habido un momento de rara unidad: cuando el asistente más anciano ha abierto el Congreso diciendo 'Mantengan sus manos lejos de Siria', la asamblea le ha ovacionado", concluía la reportera de euronews Galina Polonskaya.