Las autoridades aeronáuticas rusas y españolas han alcanzado un acuerdo para abrir el espacio aéreo de Siberia a vuelos comerciales entre Tokio y Barcelona, algo que, hasta ahora, estaba reservado a la línea Tokio-Madrid.
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El aeropuerto de El Prat ya tiene despejado el cielo siberiano para los vuelos directos entre Tokio y Barcelona. Durante años, las autoridades aeronáuticas rusas solo los tuvieron abiertos para Madrid, sin embargo, las cosas han avanzado mucho, según el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna:
"Se ha conseguido desbloquear esa situación, porque se ha aceptado que pueda sobrevolar el territorio siberiano desde un punto adicional de nuestro territorio. Esto significa que si en un futuro cercano alguna compañía aérea desea abrir una nueva ruta, esto es ya posible".
Muy solicitada por un sector del empresariado catalán, la nueva ruta cubrirá en unas trece horas los alrededor de diez mil quinientos kilómetros que separan a Tokio de Barcelona.
Por el momento, tres compañías aéreas, Norwegian, Level y ANA, se han mostrado interesadas en cubrir estos vuelos, que, según lo acordado, podrían tener una frecuencia diaria. El consejero delegado de Norwegian, Bjørn Kjos, ha llegado a afirmar que empezaría a operar en cuanto tuviera los permisos necesarios.