El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha afirmado a su paso por Munich que "pueden publicar lo que quieran", mientras no haya hechos, "todo esto no es más que palabrería".
PUBLICIDADMoscú ha calificado de absurdos los cargos formulados por el fiscal especial del FBI contra 13 ciudadanos rusos y tres entidades de Rusia por interferir en las pasadas elecciones presidenciales estadounidenses. Según Robert Muller, su misión era difundir noticias falsas y "sembrar desconfianza" entre los votantes a través de páginas web y redes sociales. Interrogado al respecto a su paso por Munich, el ministro ruso de Exteriores ha dicho:
"Sabe, no tengo una respuesta. Pueden publicar cualquier cosa. Vemos que estas acusaciones se multiplican, las declaraciones se multiplican... Pero hasta que no veamos los hechos, todo lo demás es pura palabrería. Y siento decirlo".
Con sede social en San Petersburgo, las tres entidades inculpadas operaban en el extranjero mediante tapaderas. Desde el año 2014 centraron sus esfuerzos en las elecciones estadounidenses, antes de que Trump se postulara como presidente. Esto demostraría, según el mandatario, que su campaña no tuvo nada que ver con la denominada trama rusa.
Sin embargo, las cuatro primeras imputaciones vinculadas a esta oscura trama rusa recayeron sobre personas de su entorno, incluidos su exconsejero de seguridad y su jefe de campaña.