Castel Volturno, a 30 minutos de Nápoles se ha convertido en un símbolo de la campaña electoral italiana. De los 30.000 habitantes que tiene la ciudad, 20.000 son inmigrantes. El Estado promete 21 millones de euros para seguridad e integración. Pero, ¿es suficiente?
PUBLICIDADA dos semanas de las elecciones legislativas, Italia sigue haciéndose muchas preguntas sobre la inmigración. En el centro del debate está Castel Volturno, una localidad de clase obrera de 30.000 habitantes, de entre las cuales, 20.000 son de origen inmigrante. A los problemas de integración, se les suma la droga, la prostitución y la ley de una nueva mafia, la nigeriana. El ministro del Interior Marco Minniti, ha viajado hasta la localidad, y ha prometido 21 millones de euros para solucionar los problemas de seguridad. Una respuesta que según Dimitri Russo, alcalde de Castel Volturno, no es suficiente."La represión y el control del territorio no es lo único que hace falta, incluso si el ministro ha garantizado reforzar las fuerzas del orden con la llegada de 28 nuevas unidades de policía. Ya no tenemos el liderazgo criminal de la Camorra, pero sí pequeños grupos criminales difusos que reivindican su parte del pastel, como los inmigrantes".
La imagen del centro de la ciudad respira normalidad, pero las afueras, donde gran parte de los edificios vacíos han sido ocupados, cuentan otra historia. En ocasiones, son los propios vecinos quienes denuncian la situación, como Martin, ciudadano italiano de origen africano."No podemos recibir a todas estas personas porque no tenemos ni la fuerza ni los medios para educarla".
La inmigración se ha convertido en uno de los puntos claves de la campaña electoral, especialmente tras el tiroteo del pasado 3 de febrero contra inmigrantes africanos en Macerata. El corresponsal de Euronews Roberto Alpino, cuenta que "de los 20.000 inmigrantes residentes en la localidad, 15.000 están en situación irregular. El acuerdo firmado por el Ministro del Interior pretende cambiar el destino de este territorio maltratado".