La tregua humanitaria que debía comenzar el martes se convirtió en una ilusión. Las bombas no han dejado de caer, mientras Estados Unidos acusa de Rusia de ejercer de "bombero" y "pirómano" en Siria.
Estados Unidos ha acusado a Rusia de ejercer de "bombero" y de "pirómano" en Siria tras el fracaso de la tregua en Guta Oriental.
El cese de los combates, ordenado por el presidente ruso, Vladimir Putin, debía iniciarse el martes por la mañana y permitir, durante cinco horas todos los días, evacuar a civiles y heridos, y llevar ayuda al bastión rebelde en el casi 400.000 personas sufren un asfixiante asedio. Sin embargo, apenas iniciada la tregua. los obuses y las bombas comenzaron a caer de nuevo sobre la población, matando al menos a siete civiles, con lo que suman casi 600 muertos en diez días de cruenta ofensiva del régimen sirio, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos. Damasco culpa por su parte a los rebeldes de haber provocado un muerto y cinco heridos con sus proyectiles.
Así pues, Rusia tampoco ha conseguido detener los bombardeos de su aliado de Damasco sobre Guta Oriental, del mismo modo que quedó convertida en papel mojado la resolución de la ONU que establecía 30 días de tregua en el bastión rebelde. El Consejo de Seguridad de la ONU se volverá a reunir este miércoles para abordar una crisis humana a la que nadie parece encontrar solución.