El Cardenal Gregorio Rosa Chávez considera que el decreto del Papa Francisco que reconoce el milagro del difunto arzobisopo de San Salvador como paso previo a su santificación ayudará a la reconciliación nacional.
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Júbilo en El Salvador entre los devotos de Monseñor Romero tras la firma papal del decreto de milagro por intercesión por el que será proclamado santo casi cuatro décadas después de ser asesinado. El Cardenal Gregorio Rosa Chávez considera que este reconocimiento ayudará a restañar heridas muy profundas:
"Es un regalo para que nos reconciliemos. Creo que es el único que va a llevarnos a todo el país a la paz y a la reconciliación. Después de las elecciones, creo que esto es un bálsamo que Dios nos regala para que vivamos como hermanos... y para que podamos hacer posible entre todos un país que él (Monseñor Romero) soñó".
La alegría que inunda las iglesias y conventos se refleja en los rostros de muchos fieles, que no esconden sus sentimientos ante lo que consideran un acto de justicia histórica:
"Es un gran orgullo para mí, porque viví esa época de represión que había en el país. Y él (Monseñor Romero) era como una fortaleza para uno", explicaba una señora.
Famoso por denunciar abiertamente las violaciones de los derechos humanos en El Salvador, Monseñor Romero fue asesinado mientras oficiaba misa en mil novecientos ochenta a manos de los llamados "escuadrones de la muerte", grupos paramilitares de extrema derecha que atacaban a los opositores al Gobierno. Ese mismo estalló una guerra civil en la que murieron más de setenta mil personas.