Si Puigdemont y el exconsejero Toni Comín renuncian a sus escaños, JpC y Esquerra podrían investir a un candidato sin depender de los votos de la CUP.
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El arresto de Carles Puigdemont en Alemania podría favorecer paradójicamente la investidura en Cataluña y evitar que se tengan que celebrar nuevas elecciones.
El desbloqueo sería posible si el expresidente catalán accede ahora a renunciar a su escaño, al igual que el exconsejero huido Toni Comín. Si ambos fueran sustituidos por parlamentarios que puedan votar, Junts per Catalunya (JpC) y Esquerra Republicana (ERC) ya no dependerían de la CUP para la investidura.
En ese caso, el cuarto candidato en liza, tras las apuestas frustradas por Puigdemont, Jordi Sànchez y Jordi Turull, sería, con toda probabilidad, Elsa Artadi, la nueva líder de JpC, aunque desde su partido le reprochen su escasa experiencia política.
Entretanto, la CUP sigue apostando por Puigdemont y, tras su arresto, se ha ofrecido a entrar en la Mesa del Parlament para facilitar la investidura de expresidente.
El jueves pasado, la formación anticapitalista proclamó que no seguiría más hojas de ruta, que daba por acabado el procés y las alianzas, y pasaba a la oposición para luchar contra el Estado y "construir la república en las calles".