En la cumbre celebrada este viernes en Sochi han destacado lo que les une: su apoyo al acuerdo nuclear con Irán, sus importantes relaciones comerciales, entre ellas el proyecto de un nuevo geseoducto, y la necesidad de no dejar de dialogar a pesar de sus grandes diferencias.
PUBLICIDADAngela Merkel y Vladimir Putin han aparcado por un rato sus diferencias, destacando lo que les une en la reunión mantenida este viernes en la localidad rusa de Sochi. Por ejemplo, su común apoyo al acuerdo nuclear con Irán del que se ha retirado Estados Unidos.
"Tenemos un interés estratégico en mantener unas buenas relaciones con Rusia", ha dicho la canciller alemana. "Nuestras sociedades civiles tienen muchas conexiones y también esta cooperación, la cooperación germano-rusa, debe superar diferencias muy profundas, a veces fundamentales. Pero, repito, si se quieren resolver los problemas, se tiene que hablar".
El presidente ruso ha hablado sobre la cooperación humanitaria para la reconstrucción de Siria. Pero, sobre todo, ha hecho hincapié en las importantes relaciones comerciales entre ambos países,
"Alemania siempre ha sido un socio importante para Rusia. El año pasado, la cifra de negocios e intercambios bilaterales entre nuestros dos países aumentó en un 23%, y al principio de este año aún ha subido un 13%", decía el presidente ruso.
Otra de las cuestiones tratadas ha sido la construcción del gaseoducto Nord stream 2, que llevaría gas de Rusia a Alemania a través del Báltico, al que se oponen firmemente Estados Unidos,y varios países europeos. Merkel le ha pedido que este proyecto no suponga el corte del actual suministro por Ucrania.
Sobre el envenenamiento del exespía Serguei Skripal en el Reino Unido ha asegurado: "Si se hubiera empleado agente nervioso estaría muerto".