Gran expectación a escasas horas del esperado enlace real entre el príncipe Enrique y la actriz estadounidense Meghan Markle.
Música y ambiente festivo a escasas horas del esperado enlace real entre el príncipe Enrique y la actriz estadounidense Meghan Markle.
Con globos y banderas de Inglaterra, una multitud ya se ha congregado en la ciudad de Windsor, donde tendrá lugar la boda del hijo menor de Diana de Gales.
El príncipe Carlos acompañará a Meghan Markle hasta el altar en la capilla de San Jorge, pues su padre el padre de Meghan, Thomas Markle, no podrá asistir al enlace por problemas de salud.
"Sí, es una pena para Meghan que su padre no esté allí. Y, por supuesto, le deseamos todo lo mejor. Pero la salud es lo importante. Ya sea del brazo de su madre o del príncipe Carlos, creo que será un buen día de todos modos", dice una admiradora de la familia real.
Los hermanos, Enrique y Guillermo salieron por la tarde del viernes a saludar a la multitud congregada junto al Castillo de Windsor para la boda.
Ambos salieron a pie del palacio y se sacaron fotografías con diferentes personas por la calle aledaña a la residencia real.
Meghan Markle y su madre, Doria Ragland, llegaron a última hora, al lujoso hotel Cliveden House, donde pasarán la noche, tras reunirse con la reina Isabel II y su esposo, el duque de Edimburgo.
La boda se celebrará el sábado a partir de las 11 hora local ante unas 600 personas y será oficiada por el reverendo David Conner, decano de Windsor. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, oficiará el momento en que los novios se den el sí.
Tras el enlace, Enrique y Meghan se darán un baño de multitudes en una carroza abierta las calles de Windsor que lucen engalanadas para la ocasión y en las que se espera que se congreguen cerca de 100.000 personas.