Las autoridades rusas han desplegado un colosal dispositivo de seguridad para evitar que se repitan los violentos enfrentamientos entre aficionados que se produjeron en la pasada Eurocopa de fútbol
PUBLICIDADRusia se blinda para el Mundial. Las autoridades rusas han desplegado un colosal dispositivo de seguridad para evitar que se repitan los violentos enfrentamientos entre aficionados que se produjeron en la pasada Eurocopa. La llegada de algunos de los aficionados con peor reputación del mundo a la cita futbolística tiene en alerta al país.
Entretanto, los hinchas locales lanzan un llamamiento a la calma.
"Hemos esperado mucho tiempo para que la Copa del Mundo se dispute aquí. ¿De qué sirve insultar a los seguidores ingleses o brasileños? Todos somos 'hermanos' y, por lo que yo sé, en Rusia no existe un sentimiento racista destacado", declara un aficionado del Spartak de Moscú.
Amplios controles de seguridad en los estadios, prohibición de acceso a los ultras más radicales y un novedoso sistema de identificación personal para ingresar en los campos donde se disputen los partidos son algunas de las medidas con las que los cuerpos de seguridad tratan de prevenir problemas.
"He asistido a partidos de fútbol y baloncesto en mi país y aún hoy lo hago. Las listas 'negras' de aficionados rusos peligrosos no funcionarán aquí", declara uno de los seguidores que figuran en los ficheros de la policía de Rusia.
Con fama de violentos y protagonistas de numerosos altercados en los últimos tiempos, al parecer, miles de ultras de diferentes equipos rusos han establecido una alianza común para enfrentarse a los conocidos "hooligans" ingleses. Pretenden coronarse "reyes de la violencia" en el mundo del fútbol.