Las penas, dirigidas a personas o grupos, podrían acarrear hasta un año de cárcel.
El Parlamento húngaro no ha querido esperar a las recomendaciones del Consejo de Europa y ha aprobado este miércoles la ley "Stop Soros" (en referencia al millonario George Soros), que criminaliza a las personas o grupos que ayuden a inmigrantes ilegales en el país.
Lo ha hecho con 160 votos a favor y solo 18 en contra, en una cámara en la que el partido del primer ministro, Viktor Orbán, cuenta con una mayoría de dos tercios.
También se aprobaron enmiendas que prohíben el asentamiento de ciudadanos extranjeros en Hungría, a excepción de los europeos, y contra el sistema de cuotas de la Unión Europea.
Una legislación anunciada hace tiempo y que desafía a Bruselas.
"Si alguien intenta frenar la protección en las fronteras o intenta ayudar a inmigrantes ilegales a entrar en el país, entonces tendrán que asumir las consecuencias", dijo el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó.
Numerosas organizaciones humanitarias critican el cinismo del Gobierno, al aprobar esta legislación precisamente, el Día Internacional de los Refugiados.
"En el Día Mundial de los Refugiados, el Gobierno húngaro se pone del lado de los que persiguen, en vez de ofrecer protección a los perseguidos", afirmaba Márta Pardav, copresidenta de la ONG Comité Helsinki Húngaro.
Los partidos opositores han criticado esta medida.
Sin embargo, la lucha de Viktor Orbán contra la inmigración va aún más lejos. Ya ha anunciado que quiere aprobar un nuevo proyecto de ley para que las ONG relacionadas con asuntos migratorios paguen un impuesto extra del 25% de los donativos recibidos.