Pedro Sánchez hizo unas declaraciones en Bruselas sobre el plan europeo ante el desafío de los flujos migratorios.
La cumbre de Bruselas sobre el espinoso tema de la inmigración crea profundas divisiones en la Unión. Sobre la mesa está la reforma del sistema de Dublín y la creación de centros controlados en puertos europeos para tramitar las solicitudes de asilo.
"Estamos dispuestos a dar una respuesta común al desafío global de los flujos migratorios que llegan ahora especialmente desde el Mediterráneo occidental. Y vamos a pedir apoyo a los Estados miembros, para controlar mejor esas oleadas que estamos sufrimos desde el Mediterráneo occidental", declaró el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
Sánchez también ha subrayado que el retorno es la gran cuestión y destacó la explosión demográfica en el continente africano como una de las causas de la crisis migratoria, subrayando la necesidad de crear un gran plan para estabilizar democrática, económica y socialmente a los países de origen.