Han trascendido muy pocos detalles de la reunión mantenida ayer entre Dominic Raab y Michel Barnier pero cuando ambos llegaron ayer a la Comisión Europea parecían estar dispuestos a empezar a trabajar en las negociaciones del Brexit incluso aunque eso signifique trabajar durante el verano.
PUBLICIDADHan trascendido muy pocos detalles de la reunión mantenida ayer entre Dominic Raab y Michel Barnier pero cuando ambos llegaron ayer a la Comisión Europea parecían estar dispuestos a empezar a trabajar en las negociaciones del Brexit incluso aunque eso signifique trabajar durante el verano. La Comisión está realmente dispuesta a trabajar con el sucesor de David Davis con quien pasaron algunos momentos difíciles.
Michele Barnier declaró ayer a la prensa que hay dos temas en los que necesitan trabajar. El primero es finalizar el acuerdo gradual en el que por supuesto se encuentra la complicada cuestión de la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Y el segundo tema para la comisión es encontrar una declaración política que establezca la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea.
El Reino Unido quiere un ambicioso acuerdo de libre comercio entre los dos bloques y uno que respete "la integridad del mercado único".
También quieren encontrar algún tipo de solución para cordinar asuntos de seguridad internos y externos entre las dos partes.
Dominic Raab afirmó que está dispuesto a trabajar y que ya se habían realizado muchos progresos. También declaró estar dispuesto a presentar el libro blanco a Michel Barnier y a los oficiales de la Unión Europea.
Sin embargo los diplomáticos de la UE afirman que sí, el libro blanco es importante, finalmente entendemos lo que quiere el Reino Unido, pero este no es el único documento sobre la mesa. Hay otros asuntos de los que tenemos que hablar.
La visita de Raab ha llegado justo en el momento en el que la comisión ha publicado un comunicado advirtiendo a los ciudadanos y las empresas europeas ante la posibilidad de que no se llegue a un acuerdo y en el que se explica que las compañías necesitan prepararse para evitar el caos debido a la eventualidad de que el Reino Unido abandone la Unión Europea sin un acuerdo sobre la mesa entre ambas partes en marzo de 2019.