Un centenar de supremacistas blancos envueltos en banderas estadounidenses se vieron obligados a celebrar este domingo su concentración en un rincón del Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, en Washington.
PUBLICIDADUna marea de manifestantes antirracismo eclipsa una marcha neonazi en Washington, un año después de los enfrentamientos de Charlottesville, que acabaron con la muerte de una persona.
Un centenar de supremacistas blancos envueltos en banderas estadounidenses se vieron obligados a celebrar este domingo su concentración en un rincón del Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca.
La policía municipal escoltó a los neonazis en su recorrido para evitar cualquier confrontación, al mismo tiempo que los contramanifestantes los abucheaban y les gritaban que se fueran a casa.
Jason Kessler, quien el año pasado organizó la marcha de Charlottesville. volvió a convocarla este año. "Estamos en 2018, no en la época de la segregación. Los blancos se están convirtiendo en una minoría en los Estados Unidos y Europa; nos enfrentamos a una discriminación real".
Los activistas se congregaron para mostrar su rechazo a la xenofobia. “Aunque crea en la libre expresión no creo en los mensajes que los nazis están propagando. Todo el mundo tiene el derecho a existir, todos tenemos nuestro papel y un lugar donde estar en este país y en el mundo", Explica Tony Heess."Ni el racismo ni el fascismo están bien, eso no es patriótico, lo rechazamos completamente", contó Allyson Pokres.
Las fuerzas del orden terminaron rociando a algunos manifestantes para sofocar los escasos choques. En Charlottesville, centenares de personas depositaron flores, fotografías y mensajes en recuerdo a Heather Heyer, que fue embestida brutalmente por un joven neonazi al dirigir su vehículo a alta velocidad hacia una manifestación antirracista.