Muy ajetreada. Así fue la primera jornada de la visita que el papa Francisco realiza a Irlanda. Un país en el que la iglesia sufre una crisis de tamaña envergadura por miles de casos de abusos a menores cometidos durante décadas por los religiosos
Muy ajetreada. Así fue la primera jornada de la visita que el papa Francisco realiza a Irlanda. Un país en el que la iglesia sufre una crisis de tamaña envergadura por miles de casos de abusos a menores cometidos durante décadas por los religiosos. El sumo pontífice abrió una puerta a la esperanza tras admitir el fracaso eclesiástico en la gestión del espinoso asunto.
"El papa Francisco concluyó su primer día en Irlanda en el estadio Croke Park de Dublín, donde presidió el Encuentro Mundial de las Familias. Este es el motivo oficial de su vista a tierras irlandesas. Por supuesto, el punto culminante del día fue lo que hizo y dijo sobre el escándalo de abusos sexuales que avergüenza a la iglesia católica de Irlanda. Reconoció que traumatizó a muchas víctimas y también reconoció que la iglesia católica no fue capaz de hacer frente al problema. Al final de su discurso afirmó estar dispuesto a terminar con el escándalo de los abusos cueste lo que cueste. Más tarde, se reunió en privado, por espacio de una hora y media, con 8 víctimas de abusos", señala en Dublín el enviado especial de euronews, Claudio Lavanga.